[Artículo] Tras la cordillera y en todas partes: Represión Vs Solidaridad

Posted: junio 12th, 2020 | Author: | Filed under: Artículo | Comentarios desactivados en [Artículo] Tras la cordillera y en todas partes: Represión Vs Solidaridad

Colaboración anónima para boletín Rebrote | Publicado en el número 5

No existe un sólo sendero para llegar al mismo puerto de partida. No hay una sola razón, ni un motivo único, ni tampoco hay siempre una causa idéntica a la otra de por qué hay seres transitando en su vida, mejor dicho en la supervivencia a este sistema en el que nacimos inmersxs y donde coexistimos, un camino con perspectivas en contra de la existencia y el sostenimiento de la sociedad carcelaria. En el devenir del tiempo, la historia fluída sobre nuestrxs cuerpxs, las experiencias que se nos han presentado, las teorías escritas con tinta y con sangre, los ejercicios prácticos de lo cotidiano y de una postura desobediente, la presencia de la conciencia, natural y ancestralmente rebelde en una búsqueda infinita por la liberación, han ido sembrando las semillas del deseo latente y misterioso de un mundo sin jaulas. No existen todas las respuestas, pero existe un impulso firme y convencido que viene desde adentro y que busca aliento fuera del cauce del río donde las aguas turbias pueden ahogarnos.

Florencia “La China” Cuellar tenía 23 años cuando la encontraron muerta dentro de su celda en el pabellón 23 de la Unidad IV del penal de Ezeiza, en Buenos Aires, en el estado argentino. Había entrado a la cárcel como única implicada de una pelea callejera a los 17 años y había sido condenada a pasar seis años tras las rejas. Ni bien cumplió la mayoría de edad fue trasladada a mayores, donde los enfrentamientos eran constantes. Si bien “La China” generó rápidamente una red de contención, las peleas con otras internas que respondían a las órdenes de las carceleras y que violentaban a otras presas y su resistencia a los abusos del Servicio Penitenciario Federal (SPF), la pusieron en la mira. Tuvo la iniciativa de proponer armar una biblioteca en el pabellón y de crear lazos de solidaridad fuertes con sus compañeras. Tenía conocimiento de sus derechos, leía se informaba y estudiaba, participando de distintos talleres de derechos humanos y hacía notar las vejaciones que se sufren cotidianamente en la cárcel. El 23 de diciembre del año 2012, su padre Alfredo recibió un llamado desesperado de otras internas advirtiendo que algo había sucedido. Florencia fue la novena y última de las mujeres que fallecieron entre 2009 y 2012 en el penal.

El Servicio Penitenciario Federal la mató a golpes y la dejó agonizar. Cuando Alfredo se enteró de que algo le había pasado a su hija fue a pedir alguna explicación y la única respuesta que recibió fueron evasivas y maltratos. Tiempo después hicieron trascender el caso como un ahorcamiento cuando el cuerpo estaba lleno de moretones. Le hicieron firmar a Alfredo una carátula de suicidio para entregarle el cuerpo. Al día de hoy, sigue sin haber ninguna respuesta de parte del SPF y el Poder Judicial a los pedidos de esclarecimiento. La familia de la “China” insiste en que fue asesinada y que el Estado es responsable, porque el estado es quien forja y sostiene el sistema carcelario, es quien impone sus reglas y su sistema judicial, pone a su servicio poderoso a los profesionales de la criminalización y la tortura, porque el estado vive y se alimenta social y económicamente con cada persona secuestradx tras los muros de las prisiones, porque al estado le sirve encerrar y castigar pobres y aislarlxs de la maqueta social que crea por fuera de sus rejas para seguir girando la rueda del capital y continuar su show, el néctar de lxs burgueses, la mentira que venden en los medios, el producto que se compra en un pueblo que ha sido manipulado por el “bienestar de la decencia”.

Alfredo Cuellar sobre la justicia: “Nosotrxs no creemos más en la justicia ni esperamos nada de ella. Sí creemos en la justicia social, que ya está. Se logró en el hecho de que se haya visibilizado el caso, que nos inviten a lugares para hablar de estos temas, a colegios y universidades. Yo creo que esa es la justicia, que tengamos la posibilidad de hablar de las falencias del Sistema Penitenciario Federal y del Poder Judicial con argumentos, con los hechos reales. Nosotros siempre dijimos que la justicia tiene prostituida su profesionalidad al servicio de la corrupción y de la impunidad. Hoy en día, la vara está inclinada hacia el lado de los poderosos.”

Palabras de Alfredo sobre la criminalización: “En todo tiene que ver el Estado. El Estado fabrica a los pobres, los arrincona. Se dice que tiene que velar por todos los ciudadanxs pero es una mentira, siempre está protegiendo a un sector de la sociedad y nosotros pasamos a ser mano de obra barata del capitalismo. Nos dan la posibilidad de sobrevivir y no de vivir, ahí nace la criminalización hacia nosotros. El Gobierno tendría que darnos las herramientas para tener oportunidades y se preocupa por poner más policías, hacer más cárceles, agrandar los cementerios porque es su negocio. Nos quieren hacer creer que nuestros hijos nacen chorros porque no les dimos educación: ¿cómo les vamos a enseñar si nosotros estamos sobreviviendo? La inseguridad la crean ellos a través de la falta de oportunidades, nuestros hijos son víctimas del Estado.”

En los años de lucha para que la China viva rebelde en el recuerdo contra la impunidad, Alfredo recorrió muchas partes del estado argentino, también cruzó la frontera cordillerana y caminó por distintas partes del territorio denominado Chile. Fue hostigado, perseguido y hasta secuestrado y golpeado reiteradas veces por denunciar la realidad carcelaria, por visibilizar las torturas y vejaciones que sufren dentro lxs prisionerxs, especialmente las mujeres y disidencias. Hoy, luego de su pasado como cartonero superviviente de una sociedad que se tapa los ojos, es un referente de la resistencia que día tras día denuncia las represiones del estado a la pobreza encarcelada y que solidariza en una gran red de compañerismo y fraternidad.

El martes 26 de mayo de 2020, volvió a recibir una noticia terrible, su hijo Carlos, detenido hace poco más de 5 meses, apareció con quemaduras en la mitad de su cuerpo bajo el “resguardo” del Servicio Penitenciario en la Unidad 1 del Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza. Carlos ahora se encuentra en terapia intensiva con coma inducido, internado en el Hospital de Ezeiza, con problemas en sus ojos y sus pulmones debido a la inhalación de monóxido de carbono.

“Volví a ver el horror, mi hijo tendido en una camilla con graves quemaduras en gran parte de su cuerpo y con pérdida de visión”. Eso lo afirmó en un audio de agradecimiento tras los cientos de mensajes de apoyo que recibió tras conocerse la noticia. “No hubo un médico para explicarme cómo se encontraba clínicamente”, agregó, “solo estuve rodeado del servicio penitenciario como si fuera una persona peligrosa”.
Alfredo Cuellar, perseguido y amenazado por su lucha y por la opción de no callar y seguir resistiendo a pesar de su dolor, comenta: “Vengo luchando para llegar a la verdad de la situación, ¿qué pasó con mi hija? Esto llevó a que tenga un nuevo enemigo como es el Servicio Penitenciario y el poder judicial, siempre estamos amenazados perseguidos, no solo contra mi persona sino contra gran parte de mi familia, en varias oportunidades mis hijos quedaron privados de la libertad por el solo hecho de tratar de cazarme”.

“Aun no puedo dilucidar qué pasó con mi hijo. Siento que el sistema me vuelve a golpear pero muy duramente. El 25 de mayo hablé con mi hijo, porque hubo una represión dentro del penal. El estaba con buena salud, de manera confusa al día siguiente apareció quemado junto a su colchón. Nosotros los familiares no sabíamos nada, y no lo íbamos a saber si no fuera por el interés de las personas que de manera solidaria les interesa lo que pasa dentro de las cárceles. Me llega esa notificación, para hacerme saber que mi hijo se encontraba en grave estado en el hospital de Ezeiza y me acerqué para saber”.
Las cámaras de seguridad han desaparecido de la situación “sorpresivamente”. El estado capitalista, represivo y democrático, ha castigado nuevamente en tiempos de pandemia mundial y control militar. Los lazos siguen fortaleciéndose, los corazones rebeldes siguen de pie, la solidaridad no entra en cuarentena.

¡Abajo los muros de todas las prisiones!


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